El martes pasado, mi ciudad, Las Palmas de Gran Canaria estuvo cubierta durante todo el día de una espesa capa de polvo en suspensión procendente del continente vecino, lo cual hace difícil la tarea de respirar. Ésta es la instantánea captada por el satélite Terra de la Nasa de cuando toda esa arena estaba en camino.
Al día siguiente la cosa mejoró bastante, al menos en apariencia, aunque si nos fijamos en esta foto del miércoles, captada en este caso por el satélite Aqua de la misma agencia espacial, era el preludio de una borrasca (para sorpresa de todos, bien prevista por los meteorólogos) que ha estado descargando agua en todas las islas en cantidades que quizás en otros lugares sea algo normal, pero que aquí se sale de lo común, acompañado todo esto además de fuertes rachas de viento.
Cierto es que no se que es peor si todo cubierto de arena o, la lluvia y el viento. Ya puestos podría nevar en la cumbre que siempre es más entrañable.
Al día siguiente la cosa mejoró bastante, al menos en apariencia, aunque si nos fijamos en esta foto del miércoles, captada en este caso por el satélite Aqua de la misma agencia espacial, era el preludio de una borrasca (para sorpresa de todos, bien prevista por los meteorólogos) que ha estado descargando agua en todas las islas en cantidades que quizás en otros lugares sea algo normal, pero que aquí se sale de lo común, acompañado todo esto además de fuertes rachas de viento.
Cierto es que no se que es peor si todo cubierto de arena o, la lluvia y el viento. Ya puestos podría nevar en la cumbre que siempre es más entrañable.
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