20.12.04

Posted by Pedro Posted on 3:55 p. m. | No comments

Mi Primer Concierto De Diana Krall

Buenas a todos, el pasado martes 14 de diciembre fue un día que tenía bien marcado en mi calendario: El Concierto de Diana Krall. Sinceramente, hasta hace unos nueve meses o así (y no he dejado a mi novia embarazada, jeje) no tenía ni idea de quién era y conocía muy poco del jazz... por no decir nada. Empecé a cultivarme en este universal estilo de música y a escucharla a ella entre otros.

Deseaba que llegase el día de la venta de las entradas para poder ser uno de esos privilegiados que pudo conseguir las entradas a la venta por Internet y que se agotaron en 4 horas.

Y llegó ese día. El ambiente era mágico, era acogedor, quizás un poco frío previamente en las afueras del auditorio, pero una vez dentro, la música única y característica de Diana Krall hizo que se creara un ambiente de silencio... y unas arrebatadoras ganas de escuchar, de cerrar los ojos y sentir lo que nos transmitía con sus manos sobre todas y cada una de las teclas de ese piano.

Fue acompañada por un trío, que estuvieron a la altura del evento. Yo que todavía estoy empezando en el mundo de analizar y saber entender la música, me quedo con los solos del bajista, que se escuchaba un poco bajo (y no es una juego de palabras), del guitarra... que se salió con sus solos... quizás estaba un poco alto su sonido... y el ambiente tranquilizador que generaba el batería con sus escobillas todo ello con la dulzura y magia de la protagonista del concierto.

Y he ahí, en el protagonismo, donde quizás, desde mi punto de vista,... perdió el concierto. Fue más el concierto de un cuarteto, entre los que estaban Diana Krall, más que un concierto de ella misma. Me esperaba más protagonismo de ella, quizás se ciñó a lo escrito en el guión (como decía mi novia, que si que sabe del tema, “no arriesgó más de lo establecido”).

Quizás esta sensación se esfumaba cuando entre tantas idas y venidas de los diferentes sonidos de los instrumentos del cuarteto... se inundaba la sala por una voz dulce y fina, pero consistente, esa voz característica de ella que fue la guinda al pastel del que estaba gozando nuestros oídos.

Como conclusión, el concierto me encantó, para ser mi primer concierto de jazz del bueno, quizás me esperaba un pizco más, sólo un pizco.... pero valió la pena, tanto por mi, como ver la cara de felicidad de mi novia.


Muchas gracias a Johnny y Mar, nuestros "enviados especiales" al concierto de Diana Krall, por la crónica.
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